4 formas de apoyar a alguien que vive con VIH

HIV - positive peers

Por Jennifer McMillen Smith, MSSA, LISW-S, División de Enfermedades Infecciosas, y revisado medicamente por Ann Avery, médica de enfermedades infecciosas de Metrohealth Medical Center.

Ver todos los blogs en español >


Las personas que viven con el VIH son fuertes y resilientes.

Pero a veces esa autosuficiencia hace que la gente quiera asumir toda la carga por sí misma. Una persona que vive con VIH puede no querer que otras personas se metan en sus asuntos y no quiere que sus problemas de salud sean problemas de nadie más. Es una reacción inicial bastante normal querer mantenerlo en secreto, por lo que es un gran problema cuando alguien comparte contigo su estado serológico.

El VIH puede ser un camino duro. Hay que recordar los medicamentos, los problemas ocasionales con el seguro, la vergüenza y el estigma social, los efectos secundarios (a veces), la depresión... y una buena dosis de miedo a secas.

Por muy duro que sea, nadie debería tener que hacerlo solo.

Así que, si quieres echarle una mano a alguien que vive con VIH, te animamos a que lo hagas de una forma que le capacite y no le haga sentirse como una carga, una víctima o un caso de caridad.

Aquí tienes cuatro formas sólidas de hacerlo:

HIV - positive peers

1. Infórmate

Los científicos saben lo que causa el VIH y también lo que no lo causa. Conocen los tipos de tratamientos que combaten el VIH y ayudan a las personas a llevar una vida larga y sana.

Mientras tanto, los conceptos erróneos sobre el VIH causan todo tipo de ansiedad y malentendidos innecesarios. Así que, para empezar, consulta este blog lleno de mitos sobre el VIH que hemos publicado.

Después, empieza a buscar sitios web que tengan información fiable sobre el VIH. Algunos de los mejores son

Cuanto más sepas, más podrás ayudar. Solo asegúrate de que vas con información fidedigna de fuentes fiables. El mundo está lleno de rumores, sospechas y mentiras. Ninguna de esas cosas ayuda a las personas que viven con VIH.

HIV - positive peers

2. Escucha

Presta mucha atención a lo que dice la gente y a lo que hace. Cuando hables con alguien que vive con VIH, procura que el entorno le haga sentirse cómodo y no agrave ninguno de sus problemas emocionales.

Es una buena idea asegurarle que puede hablar contigo de cualquier cosa, pero sin obligarle a compartir. Es asunto suyo compartir lo que considere oportuno.

Recuerda que las acciones hablan más que las palabras. Te está confiando lo que te diga y esperamos que no digas ni una palabra de ello a nadie más.

Otra cosa que puedes hacer es practicar la escucha activa: prestar mucha atención a lo que dice la otra persona y filtrar tus propias reacciones emocionales. Si estás confundido, intenta hacer preguntas con tacto y suavidad para asegurarte de que entiendes lo que está pasando. La escucha activa se basa en el respeto, la compasión, la atención y el no juzgar.

A menos que tengas VIH, es difícil comprender el torbellino emocional por el que pasan las personas. Ser un oyente intencionado y un amigo o familiar de confianza en quien apoyarse es increíblemente útil.

3. Fomentar el tratamiento

Esto es muy importante, pero puede ser un campo de guerra emocional, porque es un área en la que puedes hacer mucho bien, pero solo si tu amigo o familiar está de acuerdo.

La adherencia, o el cumplimiento de algo, es uno de los mayores retos médicos del VIH. Los medicamentos funcionan, pero a veces tienen efectos secundarios, cuestan dinero y tiempo, y obligan a las personas a cambiar sus hábitos de vida. Si dejan los medicamentos, corren el riesgo de que el VIH mute y sea más difícil de tratar.

Puedes ayudarle con recordatorios creativos y divertidos para que tome sus medicamentos u ofreciéndote a llevarle a las citas con el médico o a las reuniones del grupo de apoyo.

El común denominador aquí es ser verdaderamente útil sin provocar resentimiento. Si eres crítico o mandón, puedes acabar desanimando a la gente a seguir en tratamiento, justo lo contrario de lo que quieres.

HIV - positive peers

4. Sé bueno contigo mismo

No siempre es un camino fácil para las personas que viven con VIH. Aparte de la propia afección, muchas personas seropositivas luchan contra otros problemas como la drogadicción, la depresión, la ansiedad, el desempleo, la falta de vivienda o el estigma.

Estos retos pueden causar frustración y agravio a los amigos y familiares que intentan ayudar a su ser querido, independientemente de su estado serológico.

Es importante que te des un respiro de vez en cuando y que construyas tu propia red de apoyo para poder hablar de las cosas y no sentir que estás solo en esto. Y te animamos a que recuerdes perdonarte por no poder arreglarlo todo. Nadie puede, solo somos humanos.

Por último, si mantienes relaciones sexuales con alguien que vive con VIH, infórmate todo lo que puedas sobre la PrEP y lo que significa indetectable = intransmisible. Ambas son formas estupendas de ayudar a reducir la ansiedad sexual que pueda sentir tu pareja y de darte la tranquilidad de saber que estás protegido. Lo único de lo que queremos que te preocupes en la cama es de qué postura o posturas quieren probar los dos esta noche. 😉

Ser un ancla de apoyo

Para ayudar de verdad a alguien, tienes que comprometerte a hacerlo y esforzarte por ser verdaderamente útil. Esto puede consistir en aceptar que la gente no siempre quiere o necesita ayuda todo el tiempo. Las personas con VIH pueden beneficiarse de la tranquilidad, el apoyo moral, el compañerismo y la amistad. Pero no necesitan culpa, juicio ni drama.

Si tu apoyo ayuda a alguien a encauzar su vida y a seguir el tratamiento, básicamente le estás salvando la vida. Puede que no siempre sea fácil, pero valdrá la pena.


Ver todos los blogs en español >