Por Jennifer McMillen Smith, MSSA, LISW-S, División de Enfermedades Infecciosas, y revisado medicamente por Ann Avery, médica de enfermedades infecciosas de Metrohealth Medical Center.
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Si vas a ir a la universidad, no tienes que dejar que el VIH se interponga en tu camino. Tendrás dificultades, pero nada que no puedas manejar.
Tienes que pensar en cosas como cumplir tu régimen de medicamentos y ocuparte de las finanzas. Puede que tengas que coordinar tu atención médica con el departamento de salud del campus. Y es una gran idea que sigas practicando lo básico: revelar tu estado a tus compañeros, comer bien y hacer ejercicio.
Tener en cuenta estos puntos te ayudará a prepararte para el próximo semestre en el campus:
Mentalízate
Claro que el VIH puede complicar un poco tu vida en el campus. Pero nunca debe interponerse en tu camino hacia una educación.
La universidad no es más que otro lugar donde afrontar los retos de la vida. Tendrás ligues, amores, romances y desengaños. Saldrás de fiesta cuando probablemente deberías estar estudiando y estudiarás cuando preferirías salir con tus amigos.
Sea cual sea tu situación, hay dos claves principales para tener éxito en la universidad: creer que perteneces a ese lugar y confiar en que puedes resolverlo todo. Si has llegado hasta aquí, puedes con la universidad. Si crees que puedes y estás dispuesto a esforzarte, entonces puedes hacerlo.
Cuidado con los medicamentos
La universidad añadirá muchas cosas nuevas a tu vida. Salidas sociales, grupos de estudio, trabajos trimestrales, proyectos de clase y entregas bajo plazo que te bastarán para toda la vida. Son divertidas, pero también pueden distraerte de tomar tus medicamentos a la hora adecuada cada día.
Crea un sistema de recordatorio para asegurarte de que sigues tomando la medicina según las indicaciones. Descarga una aplicación de recordatorio a tu teléfono o pide a un familiar que te llame cada noche durante las primeras semanas.
Si ya tienes un sistema de recordatorio, sigue con él. Ten en cuenta que no lo has utilizado en un entorno universitario, así que puede que tengas que ajustarlo para que se adapte a tu nuevo horario.
Busca los servicios médicos del campus
La mayoría de las universidades tienen clínicas, médicos, enfermeras y otros profesionales médicos para ayudarte. Procura averiguar lo básico de los servicios médicos del campus a los pocos días de llegar.
Es una gran idea programar una cita para hablar con un médico y asegurarse de que las autoridades médicas del campus conocen tu estado serológico. De ese modo, si sufres un accidente y los médicos necesitan consultar tu historial médico, podrán tomar decisiones de tratamiento más inteligentes. También puedes pedir al personal médico del campus que coordine tu tratamiento con tu médico de cabecera.
Lo ideal es que llegues al campus con un suministro de medicamentos para el VIH para varios meses. Nadie quiere tener que preocuparse por resurtir sus medicinas durante sus primeras semanas en el campus.
Domina las finanzas
Cuando hables con el personal médico del campus, es una buena práctica aclarar cómo vas a pagar tus medicamentos. Cada universidad tiene sus propias políticas, así que tienes que concretar los detalles de tu universidad. (Consulta la entrada de nuestro blog sobre programas de asistencia farmacéutica que ayudan a pagar los medicamentos).
Pagar la matrícula, el alojamiento y la manutención es otra cuestión. Dedica algo de tiempo a buscar becas para personas que viven con VIH. El dinero puede ser una fuente constante de tensión en el campus, si lo permites. La opción más inteligente es reservar tiempo para planificar los asuntos financieros y asegurarse de que todo está en orden. Es mejor planificar con antelación y anticiparse a los problemas económicos que recibir una balde de agua fría sin previo aviso.
Piensa en la revelación
Tu estado serológico es un asunto privado. Nadie tiene por qué saberlo, excepto tu equipo médico y cualquier otra persona a la que decidas contárselo.
La única excepción son tus parejas sexuales. Suele ser mejor que conozcan tu estado, aunque estés tomando tus medicamentos y tu carga viral sea indetectable. Algunos estados consideran delito mantener relaciones sexuales con alguien sin revelar tu estado serológico. En Positive Peers nos oponemos a estas leyes, pero siempre aconsejamos obedecer la ley.
Cómo reveles tu estado a los demás depende de ti. Algunos estudiantes universitarios que viven con el VIH sienten que no tienen nada que ocultar, mientras que otros no se sienten cómodos revelando su estado serológico a nadie más allá de unos pocos amigos íntimos o familiares.
Esperamos que siempre hagas lo que creas correcto y no dejes que la gente te presione para hacer algo que preferirías no hacer.
Come bien y haz ejercicio
La universidad te brinda todo tipo de oportunidades para llenarte de hamburguesas con queso y pizza mientras te trasnochas estudiando para los exámenes. No es una receta para el tipo de salud que necesitas para fortalecer tu sistema inmunológico y asegurarte de que tus medicamentos hacen bien su trabajo.
Si ya comes principalmente fruta y verdura y haces al menos media hora de ejercicio al día, puedes seguir haciéndolo en cualquier campus universitario. Probablemente irás andando a la mayoría de tus clases, por lo que es una fuente de ejercicio incorporada.
Comer, sin embargo, es un poco más difícil. Tendrás que hacer un esfuerzo concertado para comer alimentos sanos, controlar el tamaño de las raciones y evitar excederte con los aperitivos. La mayoría de los servicios médicos universitarios tienen programas de nutrición y ejercicio. Pregunta por ellos cuando llegues y aprovéchalos cada vez que puedas.
Únete a un grupo
Ir a clase y estudiar por tu cuenta es agotador. Los grupos del campus te dan un respiro de todo eso. Si te gusta el teatro, averigua cómo ayudar a la compañía del campus. Si te gusta hacer fotos o ver películas, busca clubes para esas actividades. Si eres escritor, pregunta cómo ayudar al periódico del campus.
Estos grupos te ayudan a formar conexiones que durarán toda tu vida laboral. Así que considera la posibilidad de unirte a uno relacionado con la carrera que estás pensando estudiar. También puedes ayudar uniéndote a grupos que conciencien sobre el VIH o sobre cuestiones LGBTQ.
Más información sobre el VIH
Las universidades son como almacenes llenos de conocimientos. Puedes averiguar todo lo que necesitas saber sobre el VIH visitando la biblioteca y pasando por los servicios médicos del campus. Ampliar tus conocimientos sobre el VIH te ayudará a afrontar todos los retos de la vida en el campus.
Hay una razón por la que la universidad es difícil
La universidad te obliga a superar problemas, ampliar tus conocimientos y aprender a elegir los caminos correctos e ignorar los equivocados. Nada de eso es fácil de hacer. Pero resolverlo todo te hace más valioso para los empresarios y para la sociedad en su conjunto.
El VIH añade una cosa más a tener en cuenta en la experiencia universitaria. Pero no hay por qué dejar que la enfermedad arruine tus esperanzas de una educación universitaria. El VIH no puede ni debe impedirte perseguir tu sueño de ir a la universidad. Obtener tu título mientras vives con el VIH te hará una persona más fuerte y capaz. Por eso vale la pena hacerlo: la universidad te ayudará a crecer.