Por Jennifer McMillen Smith, MSSA, LISW-S, División de Enfermedades Infecciosas, y revisado medicamente por Ann Avery, médica de enfermedades infecciosas de Metrohealth Medical Center.
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Ya es bastante duro que alguien revele accidentalmente tu estado serológico sin tu permiso. Primos, amigos, compañeros de trabajo... son humanos y pueden tener un desliz. Es perdonable.
Que lo revelen adrede es otra cosa. Cuando alguien sabe que quieres que tu estado serológico sea secreto, pero lo revela de todos modos, puedes sentir emociones como traición, vergüenza, rabia y arrepentimiento.
Pero ¿qué debes hacer cuando alguien revela tu estado serológico? Estas ideas pueden ayudarte:
Espera lo mejor, pero prepárate para lo peor
En la mayoría de los casos, tu secreto permanecerá a salvo contigo y con las personas en las que confías. Es mejor no preocuparse demasiado con la idea de que alguien pueda revelar tu secreto sin tu permiso.
Aun así, es buena idea tener un plan por si acaso. Es como contratar un seguro de auto aunque no tengas intención de tener un accidente.
Pregúntate qué es lo peor que podría ocurrir y luego piensa en la mejor manera de responder. Es probable que sientas todo tipo de emociones desagradables y tengas que controlarlas. Intenta mantener la calma: ayuda centrarse en hacer cosas que ayuden y evitar las que hagan daño.
Un plan es el primer paso para sacar lo mejor de una situación pésima. En el raro caso de que todo se vaya a la mierda, aquí tienes algunas sugerencias sobre qué hacer a continuación.
Mantén la calma
Es una buena idea dar a tu cerebro algo de tiempo para registrar lo que ha ocurrido. Puede que sientas un fuerte deseo de vengarte. Esa es la emoción con la que hay que lidiar primero.
Te recomendamos que no busques venganza. Eso solo crea un ciclo interminable de dolor y sufrimiento y no te hará sentir mejor. Si tienes que quedarte en casa mirando las paredes durante unas horas o meditar hasta que se te pase la rabia, hazlo.
Recuerda que no estás solo
Habla con un amigo o un familiar en quien confíes. El mero hecho de hablar con la gente puede ayudarte a aliviar el dolor y a calmar tu cerebro. No tienes por qué hacerlo solo.
A veces, las personas que se preocupan por ti pueden querer vengarse más que tú. Aunque probablemente sea agradable oír que tus seres queridos te cubren las espaldas, te recomendamos que hagas lo posible por convencerles de que no se conviertan en justicieros por ti.
En lugar de eso, tal vez tú y tu mejor amigo pueden salir a dar un paseo o ir al centro de boxeo local. La actividad física es una forma estupenda de despejar la mente y divertirse enseñándole a ese saco de boxeo quién eres.
Perdonar y seguir adelante
Es importante que entiendas lo que ha pasado.
¿Tu estado serológico fue revelado deliberadamente o por accidente? Puede que necesites tener una conversación con la persona que lo hizo para asegurarte de que conoces los hechos. Si tienes esta conversación, puedes intentar averiguar con calma con quién ha hablado. Si son solo unas pocas personas, puede que también valga la pena hablar con ellas.
Es posible que la persona que reveló tu estado necesite recibir información sobre la gravedad de lo que ha hecho. De nuevo, te sugerimos que mantengas la calma.
Lo más importante es el perdón. Ahora probablemente estés diciendo: «Espera, ¿qué? ¿Quieres que perdone a ese *******? ¡Jamás!» Pero he aquí la verdad: perdonar no es lo mismo que olvidar y es por ti, no por ellos.
No tienes que olvidar lo que hizo esa persona. No tienes que volver a confiar en ella. Pero si puedes perdonar lo ocurrido, entonces podrás seguir adelante.
El perdón consiste en seguir adelante. Es aceptar lo que ha ocurrido, darte cuenta de que no tiene poder sobre ti y elegir seguir adelante y abrazar tu brillante futuro.
¿Y si se convierte en acoso?
Las exparejas de algunas personas revelaron su estado serológico como venganza después de una ruptura. Si esta persona sigue acosándote o intenta chantajearte, tienes opciones. Puedes hablar con tus amigos, con un gestor de casos o con un grupo de apoyo para el VIH para que te ayuden a decidir cuál es la mejor manera de continuar en tu situación.
Entablar relaciones con personas vengativas suele ser una mala idea, así que tal vez te convenga recurrir a ayuda externa. ¿Debes llamar a la policía? Si te sientes inseguro o amenazado, hazlo.
Que revelen tu estado serológico no tiene por qué ser trágico
No tienes nada de qué avergonzarte si vives con VIH. Que la gente conozca tu estado serológico puede parecer inconveniente o dar miedo al principio, pero si hay problemas por la revelación, suelen desaparecer al poco tiempo.
Con un plan sólido y un poco de ayuda de las personas que se preocupan por ti, lo superarás. Incluso puedes salir fortalecido y más seguro de ti mismo de la experiencia.