Por: Ann Avery, médica de enfermedades infecciosas de Metrohealth Medical Center.
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Es fácil hacerse la prueba del VIH. Pero adivina qué: es aún más fácil inventar excusas para no hacerse la prueba. Te conocemos, cariño.
La naturaleza humana: Si tienes que elegir entre fácil y más fácil, te quedas con lo más fácil. Esto es especialmente cierto en el caso del VIH, porque hay todo tipo de mitos convenientes sobre las pruebas que permiten a la gente disuadirse de hacérselas.
Lo entendemos: puede ser difícil convencerte de que te hagas la prueba con todas las noticias falsas que hay por ahí. Pero una vez que conozcas estos ocho mitos comunes sobre las pruebas del VIH, empezarás a ver que hacerte las pruebas es la decisión correcta. Y eso te ayudará a superar tus preocupaciones.
Mito 1: Hacerse la prueba es caro.
No. No tienes que soltar ni un céntimo para hacerte la prueba del VIH. Las clínicas y otros lugares del área metropolitana de Cleveland ofrecen pruebas del VIH gratuitas. Consulta este enlace y desplázate hasta donde dice «Pruebas gratuitas del VIH en el Gran Cleveland».
Eso no quiere decir que todas las pruebas del VIH sean gratuitas. Algunas pruebas requieren que pagues (más sobre esto más adelante), pero la cuestión es que, para una prueba básica del VIH, no tienes que pagar.
Mito 2: Se tarda demasiado en obtener los resultados.
Atrás quedaron las semanas de preocupación y espera del resultado de tu prueba del VIH. La mayoría de las pruebas rápidas del VIH actuales te dan los resultados en unos 20 minutos. Algunas incluso pueden dar resultados en tan solo ¡sesenta segundos!
¿Y hemos mencionado que estas pruebas se ofrecen gratuitamente en muchos lugares?
Una cosa que hay que tener en cuenta con las pruebas del VIH es el «período de ventana». El período de ventana es el tiempo que transcurre entre la infección potencial (relaciones sexuales, aguja compartida, etc.) y el momento en que hay suficiente virus o anticuerpos para que la prueba lo detecte con precisión. La prueba actual de antígeno/anticuerpo de cuarta generación puede dar a la mayoría de las personas un resultado preciso en tan solo 13 días tras la posible exposición.
Debido al período de ventana, es buena idea volver a hacerse la prueba en 90 días más o menos, sobre todo si todavía estás haciendo cositas sensuales. 😉
Mito 3: Las pruebas requieren agujas.
Un simple hisopo bucal puede recoger un montón de células que una prueba puede escanear para detectar el VIH. No tienes que dar una muestra de sangre si las agujas te dan escalofríos.
Cuando vayas a una clínica a hacerte la prueba, un asesor te explicará todas las opciones y te ayudará a tomar la decisión correcta. Han hecho la prueba a miles de personas como tú, que pueden haber tenido las mismas preguntas y preocupaciones.
Mito 4: Los demás sabrán que me estoy haciendo la prueba.
No es cierto. Las pruebas del VIH son confidenciales, privadas y suelen estar disponibles en lugares que atienden a personas por diversas necesidades médicas. Incluso tu médico de atención primaria puede pedirte una prueba del VIH y casi siempre la cubre el seguro.
También puedes hacerte una prueba en casa, para que no tengas que hacerte la prueba en una consulta. Eso sí, las versiones caseras no son gratuitas y pueden llegar a ser bastante caras, pero te ofrecen total confidencialidad. También puedes obtener asesoramiento del fabricante.
Consulta estos datos sobre las pruebas caseras de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Mito 5: Si tuviera el VIH, ya lo sabría.
Lo siento, este no vale. Las pruebas son la única forma de confirmar tu estado serológico.
Cuando te infectas por el VIH, el virus se propaga rápidamente por tu cuerpo y puede darte síntomas que parecen los de una gripe muy fuerte. Te sientes fatal durante una semana y luego parece que desaparece.
Lo complicado es que no le ocurre así a todo el mundo. Algunas personas no enferman en absoluto cuando se infectan. Otras tienen síntomas tan leves que apenas se dan cuenta.
Eso sí, hay síntomas que aparecen con el SIDA, la forma avanzada de una infección por VIH. Pero pueden no aparecer hasta años después de que te infectes. Y para cuando el VIH avance hacia el SIDA, tu sistema inmunológico podría sufrir daños permanentes.
Por eso sugerimos que te hagas la prueba inmediatamente para saber si vives con el VIH.
Mito 6: Me hice la prueba hace unos años, así que estoy bien.
¡Ojalá fuera así! Si has tenido relaciones sexuales sin protección (orales, vaginales o anales) o has compartido agujas desde tu última prueba, entonces estás en riesgo.
El riesgo es aún mayor si compartes agujas o mantienes relaciones sexuales con frecuencia, con varias parejas o con personas cuyo estado serológico respecto al VIH se desconoce o no está actualizado.
Aunque no puedes estar seguro de que tus parejas sexuales o que se inyectan drogas nunca te expondrán al VIH, puedes hacer cosas para protegerte, como someterte a pruebas con regularidad, empezar a tomar la PrEP y aumentar el uso del preservativo. Los CDC recomiendan que las personas con alto riesgo de contraer el VIH se hagan la prueba de cada tres a seis meses.
Mito 7: No corro riesgo de contraer el VIH.
Al VIH no le importa tu orientación sexual ni tu identidad de género. Puede infectar a cualquier persona viva. Si eres sexualmente activo, es buena idea que te hagas la prueba una vez al año. Aunque tengas un riesgo de VIH menor que otras personas, no es cero, a menos que siempre hayas sido célibe y nunca te hayas inyectado drogas.
Mito 8: No quiero saber si tengo el VIH.
Créenos, sí quieres saberlo. Es importante que conozcas tu estado serológico respecto al VIH por tu salud, la salud de tu(s) relación(es) y por tu futuro.
El VIH se puede prevenir, así que si no estás infectado puedes protegerte con cosas como la PrEP.
Y si vives con el VIH, ¡todo irá bien! Con los cuidados y el tratamiento adecuados, la mayoría de la gente vive una vida larga y sana, llena de sexo, aventuras y retos, como cualquier otra persona.
¿Quieres oírlo de boca de personas que viven con el VIH? ¡Deja que algunos de nuestros jóvenes pacientes te cuenten sus historias!
No es un mito: la prueba del VIH te da el control
Hacerte la prueba demuestra una cosa: te has dado cuenta de que eres más fuerte que cualquier virus y de que controlas el VIH, no al revés.
Olvida tus excusas y hazte la prueba. Estarás mejor por ello.