Por Jennifer McMillen Smith, MSSA, LISW-S, División de Enfermedades Infecciosas, y revisado medicamente por Ann Avery, médica de enfermedades infecciosas de Metrohealth Medical Center.
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A veces, el VIH puede resultar bastante abrumador, incluso cuando tienes todos los sistemas de apoyo adecuados y un entorno vital estable que te respalda. Por eso, cuando no tienes hogar, el VIH puede ser más difícil de tratar. Pero no es imposible.
Las personas que se encuentran sin hogar tienen un riesgo 16 veces mayor de contraer el VIH que las personas que tienen condiciones de vida estables. Algunas de las razones pueden ser la falta de acceso a la asistencia médica y a información y recursos para protegerse de la enfermedad. Pero la mayor es probablemente el hecho de que cada día puede ser una lucha por sobrevivir y eso es mucho para cualquiera.
Para las personas sin hogar que viven con VIH, mantenerse sano es todo un reto. Tomar la medicación contra el VIH todos los días es un paso importante para sobrevivir a estos tiempos difíciles, pero también es el principio de tu viaje de vuelta a la prosperidad. Lo entendemos, es más fácil decirlo que hacerlo, pero creemos en ti y sabemos que puedes lograrlo. Aquí tienes algunos consejos para ayudarte.
Por dónde empezar si no tienes hogar y vives con el VIH
Para empezar, date una pequeña palmadita en la espalda por haber llegado hasta aquí. Eres fuerte, lo has conseguido.
Y hay ayuda para ti:
- Trabajadores sociales y médicos para el tratamiento del VIH.
- Programas de vivienda específicos para personas con VIH.
- Programas de teléfonos móviles gratuitos para que puedas comunicarte con el resto del mundo.
La ayuda solo está disponible si la pides. Eso puede ser duro si estás acostumbrado a hacer las cosas por tu cuenta, pero no hay que avergonzarse por pedir ayuda. Y normalmente, esa es la parte más difícil, así que una vez que das ese primer paso, las cosas pueden ser un poco más fáciles.
Cómo afrontar los mayores retos
Cuando no tienes un lugar estable donde vivir, hay algunas cosas que pueden ayudarte a tener el control:
- Conseguir un asistente social. La clínica que te hizo la prueba del VIH normalmente puede ponerte en contacto con un asistente social o un gestor de casos que te guíe en tu camino.
- Almacenar tus medicamentos. Llevar contigo un suministro de 30 días de medicamentos para el VIH a todas partes puede ser una idea arriesgada. Habla con tu trabajador social sobre las opciones de almacenamiento, de modo que tal vez solo lleves una semana de medicamentos cada vez y guardes los frascos en algún lugar seguro. También puede ayudarte un amigo o un familiar.
- Programa tus comidas. Normalmente, los medicamentos deben tomarse todos los días a la misma hora. Por tanto, si tomas los medicamentos a la hora de la comida (siempre que el frasco no diga específicamente que hay que tomar el medicamento con el estómago vacío, puedes tomarlo con las comidas), es más fácil cumplir el horario. Las iglesias y otros lugares que ofrecen comidas gratuitas suelen tener un horario establecido.
- Establece una dirección postal. Los programas que pueden ayudarte (como Medicaid) suelen exigir una dirección postal. Tal vez puedas utilizar la dirección de casa de un amigo o familiar, o la del albergue donde te alojas. Si esto no es posible, pide más ideas a tu asistente social.
- Apúntate a las ayudas locales y federales. Medicaid puede pagarte los medicamentos para el VIH, pero tienes que inscribirte para ponerte en marcha. Nota: necesitas una dirección postal para tener derecho a Medicaid. Aquí, en el condado de Cuyahoga, los Servicios de Empleo y Familia pueden ayudarte a acceder a los cupones de alimentos y a otros servicios de ayuda, según proceda.
- Consigue un teléfono gratuito. El programa federal SafeLink proporciona un teléfono móvil gratuito a las personas que no pueden permitirse uno. Permite una cantidad limitada de minutos de llamada al mes, pero debería ser suficiente para ayudarte a localizar recursos, mantenerte en contacto con tu asesor e incluso encontrar trabajo. Es posible que puedas utilizar el teléfono para crear recordatorios para tomar tus medicamentos, si el teléfono tiene una función de calendario.
- Busca tratamiento de salud mental o contra la adicción si es necesario. Esta es una situación realmente horrible en la que nadie elige estar. Si no estás bien, no pasa nada. Te animamos a que hables y pidas ayuda, está lista y esperándote. 😊 Si te sientes deprimido o ansioso o necesitas ayuda con una adicción, te animamos a que hables de ello con tu asistente social o médico para que puedan ayudarte a recibir tratamiento.
Salir del ciclo de la indigencia
Estar sano y mantenerse así es una prioridad máxima para las personas que viven con el VIH. Si estás sano y te sientes bien, será más fácil encontrar trabajo, ganar algo de dinero y encontrar una vivienda permanente.
Se han creado subvenciones federales para ayudar a las personas con VIH a encontrar una vivienda permanente segura y asequible. Pregunta a tu asistente social por los programas locales para personas sin hogar que viven con el VIH. En el condado de Cuyahoga, el Centro de Recursos Urbanos Nueva Luz y el AIDS Taskforce of Greater Cleveland tienen gestores de casos de vivienda específicos para el VIH que están dispuestos a ayudar.
Establecer objetivos
Cuando te sometes a tratamiento para el VIH y averiguas cómo seguir tomando la medicación, no solo te estás poniendo sano.
También te estás demostrando a ti mismo que puedes establecerte objetivos y cumplirlos. Te animamos a que tengas presente que eres fuerte y capaz.
(Más: 5 objetivos que puedes establecer este año)
Quedarse sin hogar no es el final; es la oportunidad de un nuevo comienzo. Todo por lo que has pasado te ha hecho más fuerte e inteligente. Elaborar un plan y establecer objetivos te ayudará a ponerte de pie rápidamente, acceder a los recursos necesarios para apoyar tu plan y encontrar un lugar donde vivir puede ser la base de una nueva etapa en tu vida. Tú puedes y hay gente dispuesta a ayudarte.