Por Jennifer McMillen Smith, MSSA, LISW-S, División de Enfermedades Infecciosas, y revisado medicamente por Ann Avery, médica de enfermedades infecciosas de Metrohealth Medical Center.
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A nadie le gusta acabar en la cárcel, pero nos puede pasar a todos. Si vives con VIH, o conoces a alguien que vive con VIH, necesitas tener en mente un plan para afrontar los riesgos del encarcelamiento.
Pensar: «Ay, eso nunca me pasará a mí» no es una estrategia.
La cárcel o la prisión no tienen por qué interrumpir tu suministro de medicamentos contra el VIH. La mayoría de las cárceles y prisiones tienen programas para asegurarse de que las personas que viven con VIH siguen con su terapia antirretroviral.
El problema más común con el VIH y el encarcelamiento es la divulgación. Si acabas en la cárcel, tienes que informar a los administradores de la cárcel sobre tu estado serológico antes de que te den el medicamento.
Esto puede suscitar preocupación debido a la criminalización del VIH: penas adicionales impuestas a las personas que viven con VIH, dependiendo del delito. Por ejemplo, un cargo relacionado con la prostitución podría ser un delito grave si tienes VIH, aunque solo sea un delito menor para todos los demás.
Seguro que es una tontería, pero hasta que cambien las leyes, es un riesgo en el que tienes que pensar.
¿Debería buscar un abogado?
Recuerda que, como dicen en la tele, tienes derecho a un abogado. Es seguro divulgar tu condición a tu abogado debido al privilegio abogado-cliente. Por tanto, tal vez quieras esperar a poder hablar con un abogado antes de tomar alguna decisión sobre tus medicamentos.
¿Y si tardas unos días en ponerte en contacto con un abogado? ¿Está bien dejar de tomar el medicamento hasta entonces?
El consejo médico estándar es que nunca dejes de tomar el medicamento. Sin embargo, el consejo legal estándar es no tomar nunca decisiones importantes sin hablar con un abogado.
Estamos hablando de la diferencia entre un delito menor y un delito grave. Un delito menor es una molestia a corto plazo, pero un delito grave en tu historial puede perseguirte durante años.
¿Debo ir a lo seguro con la divulgación?
La mayoría de las personas seropositivas cometen algún desliz y dejan de tomar su medicamento de vez en cuando. No es una buena idea, pero no es necesariamente fatal.
La mayoría de la gente sale de la cárcel en 72 horas. Pagan la fianza, se retiran los cargos, etc. Si parece que vas a salir en unos días, no será el fin del mundo si te saltas algunas dosis de tus medicamentos.
Por tanto, sería mejor evitar la divulgación si vas a salir pronto. Quizá quieras hablar con tu médico lo antes posible tras tu puesta en libertad para que te oriente bien sobre qué hacer si te has saltado unos días de medicación.
¿Qué pasa si estoy encarcelado por más tiempo?
Cuanto más tiempo pases sin medicarte, mayor será el riesgo de que el virus empiece a replicarse de nuevo y tu carga viral aumente. Si no sales en pocos días, te recomendamos que consideres divulgar tu condición al personal médico de la cárcel. En cuanto sepan que tienes una enfermedad para la que necesitas medicamentos, están obligados a ayudarte con ella.
Recuerda que las autoridades están amparadas por las leyes federales de privacidad médica: No pueden divulgar legalmente tu condición a nadie más, aunque puede haber una excepción si una orden judicial lo permite.
Si estás en la cárcel, es probable que te den exactamente los mismos medicamentos para el VIH que tomas en casa. Pero si estás en la cárcel, las autoridades suelen proporcionar las terapias antirretrovirales más baratas en lugar de las más actualizadas. Es posible que te cambien de medicamento, lo que puede significar que tengas que soportar efectos secundarios si no pueden darte medicamentos mejores.
¿Qué pasará cuando salga?
A menudo, los mayores riesgos de encarcelamiento y VIH ocurren después de que la gente sale en libertad.
Cuando sales, naturalmente quieres reunirte con tu familia y amigos y rehacer tu vida. Pero los estudios han descubierto que muchas personas con VIH abandonan sus tratamientos cuando salen de la cárcel. Hay que trabajar y planificar para dar prioridad a ir a ver a tu médico y a tu asistente social lo antes posible tras ser puesto en libertad. Muchas cárceles y prisiones ponen en libertad a la gente solo con una receta (y sin seguro ni cobertura de medicamentos recetados) para unos pocos días, o si tienes suerte, un suministro de medicamentos para dos semanas. Acudir a tu asistente social para que te ayude a conseguir cobertura médica y a tu médico para que te revise y te dé la receta correcta, es superimportante.
Sólo tienes que hacerte a la idea de que volver a tomar tus medicamentos es una de tus principales prioridades cuando estés en libertad.