Por: Ann Avery, médica de enfermedades infecciosas de Metrohealth Medical Center.
El VIH en las mujeres
El VIH no es una enfermedad «gay» o de «hombres». El VIH puede infectar a cualquiera: todo lo que necesita es una vía de entrada en el torrente sanguíneo.
Cuando veas estadísticas sobre el VIH en las mujeres, intenta tener en cuenta algunos datos:
- En todo el mundo, la mitad de las personas que viven con VIH son mujeres.
- La mayoría de las mujeres infectadas por el VIH lo contraen por contacto heterosexual.
- Las mujeres seropositivas que están embarazadas o amamantando corren el riesgo de transmitir el virus a su bebé.
Es cierto que, en Estados Unidos, las mujeres afroamericanas y latinas tienen más probabilidades de contraer el VIH. Pero esas estadísticas pueden dar a la gente una falsa sensación de seguridad. Al VIH no le importa tu raza ni tu sexo ni cuánto dinero ganaste el año pasado. Es solo un virus que quiere entrar en tu cuerpo y hacer copias de sí mismo.
Y si estás embarazada o amamantando, una infección por VIH no solo te afecta a ti: Puede afectar la salud de tu bebé.
Riesgo potencial del VIH para las mujeres heterosexuales
El VIH es una enfermedad de transmisión sexual, por lo que no podemos hablar de ella sin hablar de sexo. La forma más habitual de que el VIH penetre en el organismo es a través de los tejidos blandos y sensibles del ano o la vagina.
Las mujeres suelen practicar sexo vaginal y/o anal. Cuando el semen del hombre toca los tejidos anales o vaginales de una mujer, el VIH puede filtrarse a través de esos tejidos y llegar al torrente sanguíneo.
Por tanto, las mujeres que tienen relaciones sexuales con hombres deben hacer todo lo necesario para proteger sus tejidos anales y vaginales durante las relaciones sexuales.
Protección y pruebas para las mujeres
Utilizar un preservativo durante las relaciones sexuales hace casi imposible que el VIH atraviese los tejidos del ano y la vagina. Esto incluye el uso del preservativo interno, que las mujeres se colocan ellas mismas en la vagina o el ano en lugar de tener que depender de que el hombre se ponga el preservativo. Los preservativos son baratos, eficaces y fáciles de conseguir.
Pero el preservativo es solo una parte de la ecuación. También se recomienda que las mujeres se hagan la prueba del VIH con regularidad: cada tres o seis meses, dependiendo de sus hábitos sexuales y de la recomendación de un médico.
La PrEP también es una opción para las mujeres que se encuentran en mayor riesgo de contraer el virus. La PrEP, o profilaxis previa a la exposición, es una píldora que se toma una vez al día y que puede ayudar a reducir las probabilidades de infectarse por el VIH en un 93-99%. Sin embargo, a diferencia de los usuarios masculinos de la PrEP, las mujeres deben tomarla una vez al día durante tres semanas para asegurarse de que sus tejidos anales y vaginales están totalmente protegidos antes de adoptar comportamientos sexuales de riesgo.
La combinación de sexo seguro y pruebas regulares puede reducir drásticamente la probabilidad de que una mujer se infecte por el VIH (al tiempo que la protege contra otras ITS). Las mujeres que se inyectan drogas también pueden reducir su riesgo utilizando siempre agujas limpias.
La concienciación puede reducir el riesgo de VIH en las mujeres
El VIH puede vivir en el organismo durante años antes de que alguien sepa que está infectado. Y puede infectar a cualquier persona con la que mantenga relaciones sexuales durante esos años.
Las mujeres han contraído el VIH de hombres a los que quieren y en los que confían. Si su hombre pasó por una fase imprudente cinco años antes, en la que tuvo muchas parejas y consumió drogas inyectables, podría estar infectado sin saberlo.
Hoy en día existen potentes tratamientos antirretrovirales que las mujeres pueden tomar antes o después de una posible exposición al VIH para evitar que el virus se propague en el organismo. Junto con los preservativos y las pruebas periódicas, estos medicamentos pueden reducir drásticamente la posibilidad de que una mujer se infecte por el VIH.
La importancia de defender tu salud
Las mujeres se enfrentan a menudo a la presión manifiesta de los hombres que prefieren mantener relaciones sexuales sin protección. Algunas mujeres también prefieren no insistir en que su pareja utilice protección.
Es importante comprender la importancia de resistirse a este tipo de presión. Si necesitas ayuda, habla con un consejero o un grupo de apoyo y pregúntales cómo lo han afrontado con éxito en el pasado.
Hacerse la prueba y protegerse es importante para tu salud y para la salud de las personas de todo el mundo. Todos tenemos que poner de nuestra parte para conseguir una generación libre de SIDA.