Por Jennifer McMillen Smith, MSSA, LISW-S, División de Enfermedades Infecciosas, y revisado medicamente por Ann Avery, médica de enfermedades infecciosas de Metrohealth Medical Center.
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Todo el mundo se siente cansado de vez en cuando, pero es un problema cuando te sientes agotado casi todos los días. Tanto si vives con el VIH como si no, es importante comprender qué puede estar causando que estés agotado a diario.
¿Puede el VIH provocarme cansancio?
Respuesta corta: sí, sí puede. ¿Recuerdas lo cansado que te sentiste la última vez que tuviste un resfriado? Probablemente estuviste sentado todo el día, sonándote la nariz y estornudando. Tenías tanta energía como un teléfono al 10%.
Y eso es solo un resfriado común. El VIH, en cambio, es una infección potencialmente peligrosa que requiere medicamentos potentes para proteger tu sistema inmunológico.
Sin la ayuda de los medicamentos contra el VIH, el cuerpo utiliza tanta energía luchando contra el virus que cansa a la gente.
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Tomo mis medicamentos todos los días, ¿qué otra cosa podría cansarme?
Sin embargo, el VIH no es la única razón por la que puedes sentirte agotado. Si te sientes cansado, puede deberse a que todo lo demás a lo que te enfrentas puede agotar tu batería.
Estas son algunas de las razones por las que puedes sentirte agotado, independientemente de tu estado serológico:
- Sentirte deprimido, asustado o ansioso te cansa más rápidamente que si te sientes feliz, confiado o despreocupado.
- Abuso de drogas. Salir de fiesta demasiado el sábado te produce una resaca enorme que te absorbe la energía todo el domingo.
- Efectos secundarios. Se sabe que algunos medicamentos causan fatiga, incluidos algunos medicamentos para el VIH (aunque no todos se ven afectados de la misma manera).
- La anemia se produce cuando tu recuento de glóbulos rojos es demasiado bajo. Esto puede causar fatiga porque tu cuerpo no recibe suficiente oxígeno para los órganos y músculos clave. Las personas con enfermedades crónicas, como el VIH, tienen un mayor riesgo de padecer anemia.
- Mala alimentación. Comer mucha comida basura y no ingerir suficientes nutrientes adecuados obliga al cuerpo a trabajar más, lo que agota tu energía.
- Falta de ejercicio. Permanecer inactivo durante horas hace que te sientas más cansado.
Qué hacer ante la fatiga
Es importante escuchar a tu cuerpo, reconocer cuándo te sientes un poco agotado y saber qué puedes hacer para recuperar la energía.
Repasemos cada una de las causas que hemos mencionado antes y hablemos de las soluciones:
- Afronta tus síntomas emocionales. La ansiedad y la depresión son reacciones naturales ante situaciones estresantes, como que te diagnostiquen el VIH. Pueden tratarse con terapia y medicamentos. No dejes que te digan que todo está en tu cabeza, ¡estas cosas son reales y también pueden causar síntomas físicos! Habla con un profesional médico e investiga sobre meditación, yoga y otras formas naturales de mejorar tu estado de ánimo.
- Reduce las parrandas. Divertirse es bueno para tus emociones, pero intenta no apoyarte en el alcohol y las drogas recreativas cuando estés de fiesta. Tus sábados por la noche no tienen por qué arruinar tus domingos.
- Tómate en serio la dieta y el ejercicio. Estos dos van de la mano. Utilizar mejor el combustible y mantenerte activo son importantes para tu salud. Salir a pasear y seguir un ritmo de ejercicio mejorará tu estado de ánimo, mantendrá sano tu corazón y te ayudará a vencer la fatiga. Cuanto más te quedes sentado, más cansado te sentirás.
- Habla con tu médico sobre los efectos secundarios. Es importante tener en cuenta los efectos secundarios cuando hables con tu médico sobre empezar (o continuar) cualquier medicamento.
- Hazte pruebas de anemia. Las pruebas habituales pueden medir tu recuento de glóbulos rojos para ver si estás anémico. Es posible que puedas cambiar tu dieta o hacer otras cosas para tratar la anemia.
Todo el mundo experimenta fatiga en algún momento de su vida, tanto si vive con el VIH como si no. Lo importante es reconocer cuándo te sientes agotado y hacer lo que necesites para sentirte mejor.
Intenta ser paciente con tu médico cuando le expliques tus síntomas de fatiga. Pregunta por las pruebas para averiguar si hay una causa médica específica y considera la posibilidad de seguir sus sugerencias para dejar de sentirte tan cansado. ¡Tienes una vida que vivir y no tienes tiempo para estar cansado!