Por Jennifer McMillen Smith, MSSA, LISW-S, División de Enfermedades Infecciosas, y revisado medicamente por Ann Avery, médica de enfermedades infecciosas de Metrohealth Medical Center.
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Los juguetes pueden hacer que todo lo relacionado con el sexo sea más divertido. Hay mucho que esperar si nunca los has probado. Pero si estás pensando en probar juguetes sexuales (o tal vez ya tengas una colección considerable), te sugerimos que hables primero con tu(s) pareja(s).
Para algunos, los juguetes sexuales son desconocidos y pueden asustarles. Otros piensan que sus dedos, labios, manos y lengua son todos los juguetes sexuales que necesitan. Sacar los juguetes sexuales sin hablarlo antes puede hacer que algunos amantes salgan corriendo como si de repente tuvieran que competir en una carrera de 100 metros lisos. Es importante no usarlos nunca sin pedir permiso.
También es buena idea mantenerlos limpios para evitar que ninguno de los dos contraiga una ITS u otro tipo de infección. Aparte de eso, no hay mucho de lo que preocuparse.
Pero espera, ¿y el VIH? ¿Los juguetes sexuales no pueden transmitir el VIH? La respuesta es sencilla: Es extremadamente improbable. El VIH no puede vivir mucho tiempo fuera del cuerpo, por lo que, aunque entre en contacto con un juguete sexual, muere tan rápidamente que no tiene muchas posibilidades de transmitirse a nadie.
Ahora, a lo divertido.
5 tipos de diversión con juguetes sexuales
1. Anillos
Se colocan alrededor de la base del falo para aumentar el placer durante la erección. Los anillos para más sensibilidad son de goma, látex u otro material flexible que se ajuste al tamaño de tu bulto. Los anillos de metal son solo para usuarios expertos: un anillo sin flexión puede causar un gran dolor. Colócate un anillo antes de que tu pene esté completamente erecto; no intentes colocártelo con una erección completa.
2. Vibradores
Si tu vida sexual necesita algo de fogosidad, un vibrador te la proporcionará sin duda. El verdadero truco está en averiguar qué tipo funciona mejor para ti. Puede resultar confuso, porque hay de muchas formas, tamaños, configuraciones y precios. La mayoría de los vibradores están diseñados para excitar a las mujeres, y se dice que funcionan a las mil maravillas, pero hay modelos orientados a los hombres que se introducen con seguridad en el ano para estimular la próstata.
3. Consoladores anales
Cuesta un poco de práctica acostumbrarse a estos y necesitas lubricarlos y empezar con versiones más pequeñas. Los consoladores anales son dispositivos de placer con igualdad de oportunidades: tanto hombres como mujeres pueden disfrutar de ellos. La precaución más importante con los consoladores anales es asegurarte de que el tuyo tiene una base acampanada en la parte inferior para que no se deslice hacia el recto, donde no será fácil recuperarlo. Lo mejor sería evitar tener que pedirle al médico que te saque cosas del culo: es una costumbre cara.
4. Consoladores
Los consoladores pueden ser grandes o pequeños, duros o blandos, y de todos los colores del arco iris. Algunos vibran e incluyen accesorios para una estimulación más ardiente. Están diseñados para la penetración, pero, por supuesto, no es necesario. A veces sienta muy bien simplemente frotar el consolador contra ciertas partes sensibles del cuerpo.
Una cosa que hay que tener en cuenta con los consoladores es que, al igual que los penes de verdad, pueden dañar los tejidos sensibles del ano, lo que puede aumentar el riesgo de transmisión del VIH para la persona pasiva. Nuestra recomendación: Compra consoladores blanditos y suaves, ya que es menos probable que dañen tus preciosas nalgas 😉 .
Espera, ¿no habíamos dicho que los juguetes sexuales no tenían mucho riesgo para el VIH? Sí, pero hay una excepción crucial. Imagina que eres la persona pasiva y a tu amante se le va la mano con el consolador y te provoca un sangrado rectal. Si luego tu pareja te penetra bien con su propio pene sin ninguna protección mientras sigues sangrando de tu ano, tienes un alto riesgo de infección si tu pareja vive con VIH y tiene una carga viral detectable.
Esto no es para asustarte, ¡solo prepararte! Los consoladores siguen siendo increíbles, solo te sugerimos que vayas despacio, utilices mucho lubricante y vayas aumentando hasta llegar al tamaño que te parezca mejor.
5. Bondage
Esposas, cuerdas, vendas y muchos otros dispositivos pueden añadirse a los placeres del bondage. Por cierto, no todo son látigos y cadenas. Se trata de confianza y comunicación: advertir a tu pareja de que no se sobrepase y que se detenga en cuanto se lo digas. Acuerda una palabra «segura» porque decir «no» puede formar parte de la fantasía bondage. Te sugerimos que te lo tomes con calma y que consideres la posibilidad de adquirir un kit de bondage.
Recuerda siempre que no hay diversión sin consentimiento
Ya que acabamos de hablar del bondage, es un buen momento para hablar del consentimiento. El objetivo del bondage es que ambas partes se exciten y mojen por igual con la experiencia. A algunas personas les excita el contraste entre la estimulación erótica y el dolor, y eso está bien. Ambas partes solo tienen que comprender los límites, crear fronteras y ponerse de acuerdo para decirse exactamente lo que les gusta. El bondage es una fantasía sexual con placer, restricción, dominación y sumisión, pero tiene que ser imaginaria para ambas partes. Si no es una fantasía y no hay consentimiento, es un delito sexual.
Limpieza y mantenimiento de tus juguetes sexuales
El inconveniente de la diversión con juguetes sexuales es que tus fluidos traen el mal olor. Tienes que limpiarlos cada vez que los utilices, o los gérmenes se extenderán por ellos y empezarán a apestar rápidamente.
Cada aparato tiene unas instrucciones de limpieza y mantenimiento diferentes, así que te recomendamos que no tires el envoltorio hasta que sepas exactamente cómo limpiarlo bien. La mayoría de los juguetes se limpian con agua y jabón tibio, pero algunas sex shops venden limpiadores desinfectantes que también funcionan muy bien.
Todo lo que tenga batería o componentes electrónicos probablemente necesite una limpieza más cuidadosa, porque el agua puede estropear los circuitos eléctricos. Además, conviene quitar las pilas de los aparatos cuando no los estés utilizando.
Un último consejo: no introduzcas nunca ningún juguete en la vagina después de haberlo introducido en el ano, a menos que lo limpies primero; los gérmenes rectales pueden causar desagradables infecciones vaginales y nadie tiene tiempo para eso.
Los juguetes son para divertirse
Moraleja: ¡Los juguetes sexuales son divertidos! Elige los juguetes adecuados para ti, mantenlos limpios y asegúrate de que tú y tu amante están siempre de acuerdo. ¡Feliz compra!