Por Jennifer McMillen Smith, MSSA, LISW-S, División de Enfermedades Infecciosas, y revisado medicamente por Ann Avery, médica de enfermedades infecciosas de Metrohealth Medical Center.
Ver todos los blogs en español >
Es natural tener miedo a morir cuando te diagnostican el VIH por primera vez. La mayoría de la gente no sabe que hemos tenido avances asombrosos en la medicina del VIH que permiten a la gente vivir vidas largas y sanas.
Aunque pueda sonar extraño, un poco de miedo puede ser bueno para tu salud. Significa que en el fondo quieres seguir en este planeta y puede motivarte a actuar.
Tienes control tanto sobre tu salud como sobre tu miedo.
No se trata de miedo: se trata de respeto
El VIH no es un leopardo escondido detrás de un arbusto esperando para matarte sin previo aviso. El VIH es un riesgo conocido, una vez que te lo han diagnosticado. Eso es algo que hay que respetar, no algo que hay que temer.
Si lo ves así, puede que te resulte más fácil enfrentarte a tu miedo a morir por el VIH.
Demasiado miedo puede impedirte seguir adelante con tu vida. Plantea todo tipo de incertidumbres aterradoras:
¿Puedes terminar tus estudios si tienes el VIH?
Sí.
¿Puedes tener una vida sexual activa y divertida?
Sí.
¿Puedes tener hijos?
Sí.
¿Puedes avanzar en tu carrera?
Sí.
¿Puedes vivir hasta ser una persona mayor algún día?
Sí.
Ya te haces una idea.
¿Cómo puedo superar mi miedo a morir por el VIH?
Está bien que tengas miedo, estos miedos acabarán desapareciendo. Pero si eres alguien que quiere enfrentarse a sus miedos más pronto que tarde, aquí tienes algunas cosas que han ayudado a otros:
- Infórmate sobre el VIH e inicia el tratamiento. El VIH no es más que un virus que tiene ciertos hábitos. Cuando conoces estos hábitos, te das cuenta de que no tienes por qué temerlos. Conoce a tu enemigo. 😉
- Encuentra un sistema de apoyo. Quizás unirte a un grupo de apoyo al VIH. Hablar con otras personas que están viviendo lo que tú sientes en este momento puede ayudarte a entender lo que significa todo esto. ¡Esto es enorme!
- ¡Haz algo de ejercicio! Dar un paseo te ayudará a calmar tus miedos. Salir a correr liberará endorfinas que te harán sentir bien. Levantar algunas pesas te ayudará a sentirte fuerte.
- Busca un lugar tranquilo donde puedas relajarte y dejar que tu mente descanse. La meditación puede requerir práctica, pero hay muchas meditaciones guiadas en YouTube: ¡encuentra una que te guste!
Un poco de miedo al principio es normal, te ayuda a aprender y a respetar los riesgos. También puede motivarte a tomar tus medicamentos y a cambiar malos hábitos como comer mucha comida grasa o fumar.
Recuerda: El VIH ya no se considera una enfermedad terminal. Si sigues tomando sistemáticamente tus medicamentos antirretrovirales, tu VIH nunca tiene por qué convertirse en SIDA. Incluso si ya te han diagnosticado SIDA, tomar medicamentos puede suprimir el virus y ayudar a tu sistema inmunológico a volver a niveles normales o casi normales. Gracias a los asombrosos avances médicos, ahora la gente vive una vida larga y sana con el VIH.